Actualmente uno de los principales retos de los fabricantes de automóviles es promover los denominados “coches conectados entre sí”.
Un sistema de comunicaciones vehicular es un tipo emergente de redes, en las que los vehículos y las unidades de tierra son los nodos de comunicación; intercambiando información, como advertencias de seguridad e información de tráfico.
¿Qué fabricante de automóviles no desea cero accidentes y cero víctimas en sus vehículos? La máxima seguridad está entre sus principales objetivos cuando inician el desarrollo de algún modelo nuevo. Los avances tecnológicos y los muchos sistemas de asistencia a la conducción que se incorporan a los vehículos están ayudando en gran medida a una conducción segura.
Y en este camino también es imprescindible hablar del coche conectado.
Actualmente uno de los principales retos de los fabricantes de automóviles es promover los denominados “coches conectados entre sí”. Esta innovación está cimentada a través de la tecnología inalámbrica, mediante el soporte de una red principal por cable basada en Ethernet, con un gran ancho de banda.
Esa comunicación entre vehículos tan evolucionada es lo que se conoce como: “vehículo a vehículo”, también conocido como V2V y entre el vehículo y la infraestructura V2I. Y definen un nuevo sistema de comunicaciones de corta distancia entre vehículos de diferentes fabricantes.
El hecho de que dos vehículos puedan “hablar” entre sí, servirá principalmente para comunicar condiciones desfavorables en la circulación, accidentes en la vía, obstáculos, preferencias de paso, semáforos, control de crucero, control de velocidad, aviso de obras en la calzada, paso de un vehículo de emergencia.
Además, si un vehículo no estuviera conectado a Internet y otro cercano sí lo estuviera, el primero podría utilizar al segundo para transmitir una notificación de estado pública o una alarma de emergencia, mediante el segundo.
FINALIDAD Y VENTAJAS DE LA COMUNICACIÓN V2V
En la actualidad, los vehículos incorporan un gran número de instrumentos y tecnologías para facilitar la conducción y mejorar la seguridad de los pasajeros: GPS, ultrasonido, cámaras de visión, etc., pero en todos los casos la distancia está bastante limitada y no pueden “visualizar” más allá de un obstáculo cercano.
La comunicación V2V habilita que los diversos vehículos se envíen mensajes a través de una transmisión inalámbrica, al utilizar una parte dedicada del “espectro electromagnético”, así como un nuevo estándar inalámbrico, 802.11p. Ofreciendo de tal manera, un punto de acceso Wi-Fi en el coche y alrededor de este.
Permite que los vehículos puedan transmitir y recibir mensajes multidireccionales (hasta 10 veces por segundo), creando una “conciencia” de 360 grados de los otros vehículos en las proximidades. En sí, los vehículos equipados con el software apropiado pueden emplear los mensajes de los vehículos circundantes para determinar amenazas de choque, luego la tecnología puede emplear alertas visuales, táctiles y audibles o una combinación de las mismas para advertir a los conductores.
Claro que, para que la implementación de la tecnología V2V sea eficaz, es necesario que un volumen importante de vehículos incorpore este tipo de conectividad y que su funcionamiento sea totalmente fiable. Además, la transmisión de datos debe realizarse con una rapidez de vértigo y con potentes sistemas en la nube capaces de procesar la información en cuestión de instantes.
La gran mayoría de las empresas automovilísticas están trabajando para incorporar este concepto de comunicación con V2V, tales como Cadillac, General Motors, Honda y Toyota. Por ejemplo, Toyota en Japón ha desarrollado un sistema de seguridad para la comunicación entre vehículos denominado ITS Connect, y que se puede encontrar en los modelos Crown y Prius.
Si bien, esta tecnología está enfocada a los automóviles, camiones y motocicletas, es posible que en un futuro las bicicletas y peatones algún día empleen este tipo de comunicación para mejorar su visibilidad para los conductores.
Estos sistemas de seguridad, que se han ido introduciendo como nuevas opciones para proteger a los ocupantes, se han convertido, finalmente, en estándares de obligada implementación para los nuevos modelos de vehículos que aparecen actualmente en el mercado.
Javier López Casarín es presidente de la Fundación Reinventando a México.
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