No es ningún secreto que existen muchos usos beneficiosos para la tecnología, especialmente considerando cuánto de nuestra vida ahora se maneja de forma remota. Los niños ahora están aprendiendo, socializando y jugando a través de una pantalla.
Pero se ha descubierto que pasar demasiado tiempo frente a una pantalla afecta el desarrollo del cerebro, especialmente en los niños más pequeños. Cuando se trata del interminable debate tecnológico, puede ser fácil encontrarse luchando por cualquier lado. Entonces, ¿cómo equilibramos la balanza?
Lo bueno
Las oportunidades de aprendizaje son infinitas. Su hijo puede asistir a la escuela y reunirse con su clase a través de conferencias web, desde la comodidad de su propio hogar. Pueden usar aplicaciones y juegos para aprender un nuevo idioma.
Pueden aprender a colaborar con otros y construir proyectos de una manera que pueda ayudarlos a prepararse mejor para trabajar en el mundo real algún día. También les permite experimentar la prueba y error y la resolución de problemas mientras reciben comentarios sobre su arduo trabajo.
Fomenta un pensamiento más rápido. Se ha demostrado que el uso cada vez mayor de la tecnología durante el desarrollo infantil reconfigura cómo piensa nuestro cerebro. De hecho, se ha demostrado que el uso de Internet nos ha ayudado a escanear información más rápidamente y esto conduce a un pensamiento sináptico más eficiente.
La tecnología puede mantenerlos ocupados. Si bien siempre es mejor alentar a su hijo a jugar al aire libre o con otros, a veces tiene trabajo que hacer y necesita mantenerlo cerca y seguro dentro de su campo de visión. No hay nada de malo en dejar que sus hijos se relajen con algunos videos para que pueda trabajar un poco, pero la clave aquí es la moderación y establecer límites claros.
Lo malo
La tecnología impacta negativamente en las habilidades sociales. Más importante aún, puede obstaculizar el desarrollo de sus habilidades de comunicación. En lugar de captar señales no verbales, expresiones faciales y lenguaje corporal, es más probable que recurran a los mensajes de texto porque, francamente, a eso es a lo que tienen acceso. Esto puede afectar sus habilidades para escuchar, el contacto visual e incluso su sentido de empatía.
El tiempo frente a una pantalla está relacionado con la falta de sueño. Se ha demostrado que los niños que dedican más tiempo que otros a la tecnología duermen menos. Tardan más en conciliar el sueño y terminan registrando menos horas. Y para colmo, el sueño que consiguen suele ser de mala calidad. Para mantener felices los sueños de su hijo, asegúrese de limitar su tiempo de pantalla, especialmente antes de acostarse, y evite por completo el uso de tabletas en niños muy pequeños.
Viene con riesgos para la salud. Cuanto más tiempo pasan en línea, los niños tienden a ser menos activos. Cuando su hijo opta por los juegos en línea en lugar de correr y jugar al aire libre, corre un mayor riesgo de aumento de peso y obesidad infantil. Estos pueden conducir a problemas de salud más graves con el tiempo.
El uso de la tecnología tiene aspectos positivos y negativos, pero puede beneficiar enormemente la vida de su hijo siempre que no permita que se vuelva perjudicial. También es una oportunidad para que usted dé un buen ejemplo a su hijo. En lugar de un desplazamiento sin sentido, utilícelo con fines informativos y educativos. Evite el tiempo frente a la pantalla antes de acostarse. Considere establecer límites o controles parentales sobre cuánto tiempo se puede usar en aplicaciones específicas. Y sobre todo, establezca pautas para mantener a su hijo seguro. Ya sea que estén navegando, desplazándose o transmitiendo, es importante que vigile su paradero y limite su uso de tecnología según sea necesario. Al final del día, lo más importante es encontrar el equilibrio.